Y ahí va el fantasma de la Patria, de manos de aquel que murió de hambre por solo alimentarse de ideas, ideales e idearios, de falsas esperanzas y falsos apoyos.
Allá corren ambos en parajes ulteriores a esta vida. Allá donde corrió aquel espartano, aquel escocés, aquel alemán, donde aquellos se han paseado vestidos con su túnica valiente.martes, 1 de noviembre de 2011
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